Pelusito el cachorrito no
paraba de jugar
Pasaba el día contento, corriendo
y saltando sin parar.
Una mañana temprano, vio a una
niña jugar
con las pinzas de la ropa, que
su mamá iba a usar…
Pelusito muy curioso, empezó a
ladrisquear
y la niña muy dispuesta, pincitas
le empezó a lanzar.
Pelusito las iba cogiendo, y a
la niña se las iba llevando,
¡Que alegría daba verlos, qué
bien lo estaban pasando!
Con fuerza lanzó la niña, y una
pinza salió volando
y en su afán de recogerla, Pelusito
saltó lanzado.
¡Ay qué susto, qué congoja! Pelusito
fue a parar
dentro de un peto vaquero, que
se acababa de colgar
La lengüita para fuera, el
pobre estaba agotado,
la mamá le rescató del peto y
el cachorrito se fue ladrando.
© Beatriz López Puertas (Los cuentos de Ponteté)
© Beatriz López Puertas (Los cuentos de Ponteté)
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